jueves, 1 de noviembre de 2007
Lo que se debe venir...What to come....
PARIS.- La imagen de los sudafricanos ungidos con el oro de la Copa Webb Ellis, en la parsimoniosa vuelta olímpica de un Stade de France abarrotado de fanáticos que adoraban al flamante rey, es el corolario de un certamen atrapante, con interesantes aristas como para recordar, y sobre todo con la gigantesca conquista de los Pumas, escalando a un podio en el que nadie los creía como posibles habitantes.
Los Springboks celebran; los ingleses asumen con hidalguía la pérdida de la corona; los argentinos derrochan felicidad y los franceses aún siguen discutiendo sobre el enorme fracaso que resultó la campaña de Bernard Laporte, un personaje cuestionado desde varios flancos, y que hoy cambiará de rol como si nada: asumirá como ministro de Deportes de la gestión de Nicolas Sarkozy. "La era Laporte terminó con una terrible humillación", tituló a doble página Le Parisien , y luego considera el cuarto puesto alcanzado como "un verdadero fiasco"; Le Figaro también se mostró impiadoso al utilizar en la tapa el calificativo más rotundo: "La humillación", y L Equipe habla en profundidad del triste final. Nadie aquí se ocupa de otra cosa más que de maltratar a les Bleus . De la idolatría que le profesaban antes del comienzo del torneo, pasaron sin contemplación a la más ácida consideración.
Sin embargo, para los seguidores de los Pumas, el balance es absolutamente diferente. Y una de las mejores sensaciones, además del logro real de la medalla de bronce, la dejó la forma en que se despidió el conjunto de Loffreda, con una autoridad incuestionable, la más convincente producción en el campeonato, sin restarles valor a los éxitos ante los locales en el debut o ante los irlandeses. Eso solamente lo puede conseguir un equipo con un espíritu robustecido por el convencimiento de que podían demostrar que son uno de los mejores del mundo.
Después del vacilante paso por Gales y Bélgica, en los amistosos previos a esta competencia sobrevolaba cierta incertidumbre sobre lo que podía suceder con los Pumas, fundamentalmente porque en ese amoldamiento pretorneo los dueños de casa ganaron una serie con Inglaterra. Pero, como anunciaron en la transición de cuatro años entre Australia 2003 y la presentación en París, el objetivo era "explotar" en el Mundial, y eso que auguraron y prometieron se concretó de manera extraordinaria. El único sinsabor, por supuesto redimido en la inolvidable exposición de categoría internacional en Parc des Princes, resultó la derrota con los sudafricanos en las semifinales. No porque los Boks no hayan sido merecedores del triunfo, sino porque no existió tanta diferencia en la confrontación como la que denotan los números (37-13).
En reiteradas oportunidades a la selección se la cuestionó por su juego previsible, estático, sin sorpresa, pero aquí se llegó a la conclusión de que esos comportamientos sirvieron para moldear un carácter y buscar una identidad. La selección argentina no dispone de mucho tiempo para trabajar, y cuando se pone en marcha su maquinaria siempre es con la inminencia de un compromiso, en el cual se le exige un festejo; entonces, la paciencia, la claridad para probar y corregirse sobre las experiencias acumuladas han sido el gran acierto de los conductores, los de adentro de la cancha y los de afuera. Después de verlos cómo llegaron a su cenit, corresponde reconocerles la determinación y la dedicación indeclinable por superarse. Sólo con la humildad como insignia y la convicción por sus valores, los Pumas pudieron estar en óptimas condiciones -en el más amplio sentido del término- para cumplir con la mejor campaña de la historia.
La ubicación final establece un mojón brillante, pero también la huella queda por el ejemplo que dieron estos obstinados buscadores de la perfección. La integridad de este plantel pocas veces se vio, aunque en Australia 2003 estuvo la mayoría de los que pasaron por aquí. El doloroso desenlace del anterior Mundial terminó por fortalecer el espíritu, y a partir de dicho aprendizaje se pudo acceder a la sabiduría actual.
Desde la condición de testigo presencial, en el recuerdo aparece la inestabilidad de 1995, con varios jugadores de categoría, pero mal conducidos. Un buen arranque de torneo con los ingleses, pero después faltó el sostén psicológico. Siempre vigente, la actuación milagrosa en 1999, con el corazón indomable como argumento supremo, significó el punto de partida para el ciclo más exitoso. Ahí se puede decir que la selección empezó a gestar esta admirable personalidad.
Ahora se viene otra etapa en la que todos los involucrados deberán estar con la lucidez necesaria para responder a las circunstancias de un seleccionado que ya no puede seguir siendo menospreciado. Por nadie. Porque si no, esta conquista solamente quedará como una aislada epopeya de esta combinación equilibrada de generaciones. Y ninguno de los que participaron de esta aventura merece que todo termine así, como una efervescencia pasajera. El esfuerzo de años tiene que tener otra recompensa, más allá del tercer puesto. Los jugadores y el cuerpo técnico hicieron lo que les correspondía, que es dar todo lo que pudieron; a partir de hoy empieza el Mundial para otros, para los que guían los destinos del rugby argentino y para los sucesores de la dinastía dentro del campo de juego. Esperemos que respondan como lo hicieron estos Pumas.
Por Santiago Roccetti
PARIS .- The image of South Africans anointed with the golden Webb Ellis Cup, the Olympic thrifty back of a packed Stade de France fanatics who worship at newly king, is the result of a contest atrapante, with interesting edges to remember, especially with the huge conquest of the Pumas, climbing to a podium in which no one believed possible inhabitants.
The Springboks held; The British assume nobleness with the loss of the crown; The Argentines wasted happiness and the French are still discussing the enormous failure that resulted in the campaign for Bernard Laporte, a character questioned from several sides, and today will change roles business as usual: take over as minister of sports management Nicolas Sarkozy. "The era Laporte ended with a terrible humiliation," double page titled Le Parisien, and then consider the fourth since reached as "a real fiasco"; Le Figaro also showed impiadoso using the qualifier at the top more emphatic: " humiliation, "and L Equipe spoke in depth sad end. Nobody here is concerned with something else rather than abusing them Bleus. In idolatry that he professed before the start of the tournament, went without contemplation to the more acidic consideration.
However, the followers of the Pumas, the situation is absolutely different. And one of the best feelings, in addition to the actual attainment of the bronze medal, left the way they were dismissed whole Loffreda, with unquestioned authority, the most compelling production in the championship without them less value to the successes before the premises in the debut or with the Irish. That can only get a team with a spirit strengthened by the belief that they could demonstrate that they are one of the best in the world.
After faltering step by Wales and Belgium, in the friendlies leading up to this competition over some uncertainty about what could happen with the Pumas, mainly because at that amoldamiento pretorneo landlords won a series against England. But, as announced at the four-year transition between Australia 2003 and the presentation in Paris, the goal was to "exploit" at the World Cup, even though auguraron and promised materialized so extraordinary. The only sinsabor, of course redeemed in the unforgettable exhibition class at Parc des Princes, was the defeat to the South Africans in the semifinals. Not because the Boks are not deserving of victory, but because there was not much difference in the confrontation as denoting numbers (37-13).
Repeatedly the selection was questioned for his game predictable, static, without surprise, but here it was concluded that such behavior served to shape a character and find an identity. The Argentine selection does not have much time to work and when it launches its machinery is always with the imminence of a compromise, which requires a celebration; Then, patience, openness to test and corrected on experiences have been the great success of the drivers, the inside of the pitch and outside. After viewing how they arrived at their zenith, it acknowledge the determination and unwavering dedication to overcome. Only with humility and conviction as a badge for their values, the Pumas could be in good condition, in the broadest sense of the word to meet with the best campaign in history.
The final location establishes a brilliant milestone, but the footprint is by the example that gave these obstinate search for perfection. The integrity of this squad rarely saw, but in Australia 2003 was the majority of those who passed through here. The painful denouement of the previous World eventually strengthen the spirit, and from that learning to gain access to the current wisdom.
From the condition eyewitness, the memory appears volatility 1995, with several players category, but badly led. A good start of the tournament with the English, but then lacked the psychological support. Whenever force, the miraculous performance in 1999, with the indomitable heart as supreme argument, marked the starting point for the cycle more successful. It can be said that the selection began this admirable fashion personality.
Now comes another stage in which all involved should be with the wisdom necessary to respond to the circumstances of a selected that can no longer be underestimated. For anyone. Because if not, this conquest is only as a single epic of this balanced mix of generations. And none of those who participated in this adventure deserves everything ends well, as a temporary turmoil. The effort of years must have another reward beyond third place. The players and the technical team did what they were entitled to, which is to give everything they could; From now starts the World Cup for others, for those who guide the destinies of the Argentine rugby and to the successors of the dynasty in the field game. Hopefully respond as they did these Pumas.
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