miércoles, 21 de mayo de 2008

Lapasset en Argentina - Lappaset in Argentina

Lapasset (Día 3)

15 de Mayo, 2008

La noche empezaba su función y el insólito calor de mediados de mayo ahora es una suave brisa típica de verano. Bernard Lapasset, el francés que preside el International Rugby Board (IRB), hacía su última escala de un día que arrancó bien temprano, cuando lo pasaron a buscar a las 9 de la mañana por un elegante hotel de Puerto Madero. El escenario, Virreyes Rugby Club, enclavado en el partido de San Fernando, a cuadras de la Panamericana y el Camino del Buen Ayre. Los reflectores alcanzan para iluminar sólo la cancha 1, recientemente sembrada y con un verde envidiable. Las otras dos, en penumbras, se van poblando de los juveniles que llegan para el entrenamiento de los jueves. Con los infantiles, suman unos 600. Se respira rugby.

Lapasset, al igual que en la recorrida que incluyó a los clubes San Martín, Belgrano, CASI y SIC, luce un rostro que denosta asombro por el escenario con el que se topa. Lo reciben Marcos Julianes y Carlos Ramallo, hombres del CASI y del SIC, que hace seis años iniciaron este proyecto con chicos que no sabían lo que era una ovalada. En la cancha que lleva su nombre, Rodolfo O’Reilly, otro símbolo de Virreyes, lo espera para acompañarlo en el primer vistazo. El francés lo abraza emocionado. Lo recuerda de cuando Michingo era entrenador de Los Pumas: “Hace como 15 años que no te veo”.

Inmediatamente, Lapasset es invitado al primer piso de la construcción que todavía está en ciernes. En la sala armada especialmente para que los chicos estudien mientras no juegan al rugby, al francés lo esperan unas facturas y unas gaseosas que no aceptará “porque vengo de comer en todos lados”.

Se inicia una breve e intensa charla, con Porfirio Carreras, el presidente de la UAR, como principal testigo. Julianes es enfático: “Este es un club pobre, pero así es la mayoría de los clubes de la Argentina. Nosotros queremos manifestarle nuestra preocupación porque no queremos que el profesionalismo termine matando a nuestros clubes. Y observamos que ese peligro existe”. Lapasset coincide al principio: “Nosotros también estamos preocupados y estamos trabajando para que se preserven los valores del rugby. Sabemos de los peligros que puede llevar el profesionalismo en un deporte como el nuestro. Pero quiero decir que la Copa del Mundo fue un ejemplo. Millones de personas han visto a jugadores con sus rostros limpios, jugando con corrección, sin un solo incidente dentro y fuera de las canchas. Eso también está en el rugby profesional”.

O’Reilly le explica que la realidad argentina es distinta a la de otros países. Que aquí existe una cultura muy fuerte de clubes y que el rugby “no es sólo saltar, empujar y correr; así lo entendemos nosotros”. Y sigue: “En la Argentina este es un deporte en el cual todos siempre pusimos sin llevarnos nada. Y Porfirio es un ejemplo de eso”.

El intercambio es breve pero intenso. Lapasset escucha atentamente. Antes, en díalogo con este periodista, sentenció que “Nosotros estamos comprendiendo que la realidad de todos los países no es la misma, y que Argentina tiene que mantener ese espíritu que se notó en el Mundial, donde Los Pumas han sido un ejemplo para todos”.

Carreras asiente en otro díalogo con el mismo interlocutor: “Creo que han entendido que nuestra esencia está en los clubes y que lo que generen Los Pumas también tiene que ser invertido en ellos”.

Ese es el debate que se viene. Qué hacer con los millones de dólares que ahora sí vendran. Cómo y de qué modo se construye la pirámide. Si de arriba para abajo, con resultados inmediatos y futuro incierto, o a la inversa, con un proyecto que llevará mucho tiempo pero que el rugby argentino sabe de qué se trata porque tiene la base. Es una tarea que debe involucrar a todos y no sólo a esta dirigencia. Y en medio de tantos números vale recalcar por ahora que Carreras, que es el presidente de la UAR, sigue hablando de la importancia de los clubes.

En su periplo, Lapasset fue recibido por distintos Pumas. En San Martín, por Jorge Dartiguelongue; en Belgrano, por Alejandro Cubelli; en el CASI, por Alejandro Travaglini y Gonzalo Beccar Varela, y en el SIC, por Diego Cash, Gonzalo Longo y José Cilley.

“Cuando vio nuestro club dijo que era fantástico”, contó Dartiguelongue, Puma del 65. El francés quedó impactado por la sede de Belgrano de Virrey del Pino, donde almorzó con dirigentes de los cuatro clubes fundadores de la UAR. También se maravilló por la edificación del CASI, mientras que en el SIC no sólo hizo escala en el club, sino que fue al Anexo, acompañado además por el ex presidente de la UAR, Emilio Perasso.

A la noche, Lapasset tuvo distracción. Cena a la Argentina y espectáculo de tango.

Mañana, a las 10.30, en el Hotel Panamericano, dará una conferencia de prensa. A la tarde volverá a Europa. Allí transmitirá sus experiencias en un país que vive el rugby de una manera que quizá no entre en las estructuras ni en los conceptos de quienes hoy manejan el negocio de la ovalada. Pero esa es otra historia.

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Lapasset (Day 3)
May 15, 2008

The night began its role and the unusual heat of mid-May is now a gentle breeze typical summer. Bernard Lapasset, the French who chairs the International Rugby Board (IRB), made his latest scale of a day that started well early, when he went to look at 9 o'clock in the morning by an elegant hotel in Puerto Madero. The scenario, Virreyes Rugby Club, nestled in the party of San Fernando, blocks from the Pan American and Camino del Buen Ayre. The reflectors to illuminate only reach the stadium 1, and recently planted with a green enviable. The other two, penumbras, are populating of juveniles who come for training on Thursday. With the children, number about 600. It breathes rugby.

Lapasset, as in the tour that included clubs San Martín, Belgrano, CASI and SIC, wears a face that denostar surprise at the scene with it faces. What are Mark Juliano and Carlos Ramallo, men's and ALMOST SIC, which began six years ago this project with boys who did not know what was an oval. In the stadium that bears his name, Rodolfo O'Reilly, another symbol of Virreyes, it expects to accompany him at first glance. The French embraces what excited. I remember when Michingo was coach of the Los Pumas: "15 years ago as you do not see it."

Immediately, Lapasset is invited to the first floor of the building which is still emerging. In the courtroom armed especially for the kids to explore while not playing rugby, the French will await some bills and some soft drinks that will not accept "because I come from eating everywhere."

It begins a brief and intense talk with Porfirio Carreras, the president of the UAR, as the principal witness. Juliana is emphatic: "This is a poor club, but so are most clubs of Argentina. We want to express our concern because we do not want professionalism finished killing our clubs. And we note that this danger exists. " Lapasset agreed to the principle: "We too are worried and we are working to preserve the values of rugby. We know the dangers that can bring professionalism in a sport like ours. But let me say that the World Cup was an example. Millions have seen players with their faces clean, playing with correction, without a single incident inside and outside the courts. That is also a professional rugby. "

O'Reilly explains that reality argentina is different from other countries. That here there is a very strong culture of clubs and rugby "is not just jumping, pushing and running, and we understand us." And continues: "In Argentina this is a sport in which we all always lead us without anything. And Porfirio is an example of that. "

The exchange is brief but intense. Lapasset listened carefully. Earlier, in dialogue with this journalist, ruled that "We are realizing that the reality of all countries is not the same, and that Argentina has to maintain that spirit that was seen in the World Cup, where the Pumas have been an example for all ".

Careers sit in another dialogue with the same partner: "I think they have understood that our essence is in the clubs and that what generates the Pumas also have to be invested in them."

That is the debate that comes. What to do with the millions of dollars that now it will come. How and how the pyramid was built. If top-down, with immediate results and uncertain future, or vice versa, with a project that will take a long time but the Argentine rugby know what it is because the base. It is a task that should involve everyone, not only to this leadership. And in the midst of so many numbers is by now emphasize that Carreras, who is chairman of the UAR, still talking about the importance of clubs.

In his trip, Lapasset was received by different Pumas. In St. Maarten, by Jorge Dartiguelongue in Belgrano, by Alejandro Cubelli in the CASI, by Alejandro Travaglini and Gonzalo Beccar Varela, and the SIC, Diego Cash, Gonzalo Longo and Jose Cilley.

"When I saw our club said it was fantastic," told Dartiguelongue, Puma's 65. The Frenchman was impacted by the seat of Belgrano Virrey del Pino, where he had lunch with leaders of the four founding clubs of the UAR. It also wonders for the construction of CASI, while in the CIS not only made a stop at the club, but that was the Annex, also accompanied by former president of the UAR, Emilio Perasso.

At night, Lapasset was distracting. Dinner to Argentina and tango show.

Tomorrow, at 10.30, at Hotel Pan American, will give a press conference. In the afternoon return to Europe. They convey their experiences in a country that lives rugby in a way that might not enter into the structures or the concepts of those who today manage the business of the oval. But that's another story.

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